…cada criatura tiene su propio propósito. Ninguna es superflua. Todo el universo material habla del amor de Dios, de su afecto ilimitado por nosotros. La tierra, el agua, las montañas: todo es, por así decirlo, una caricia de Dios. Laudato Si’ §84 Nosotros, pobres instrumentos que somos, sembramos, plantamos, regamos, pero sólo Dios da el